Carnes al horno, cocinar carnes con calor seco
¿Cómo cocinar carnes al horno?
Las carnes tiernas y con grasa son ideales para cocinarlas al horno, como por ejemplo las piezas de filete y de rosbif y las costillas de cerdo, ternera o de carnero.
Algunos cortes con menos grasa, tal como la bola de ternera y el lomo de res conviene mecharlos o marinarlos antes de meterlos al horno.
Deberá sacar la carne del refrigerador con anticipación y se preparará cuando se encuentre a temperatura ambiente.
Sazónela al gusto pero para evitar que se reseque no le ponga sal.
Colóquela en una charola para horno previamente úntada de aceite y con la grasa de la carne hacia arriba.
El tiempo que tarda la carne en cocinarse dependerá del corte, de su tamaño y de la manera en que se prepare.
Para que la carne quede dorada por fuera se mete al horno previamente calentado a 225°C, después de 15 minutos se baja la temperatura a 175°C, y se mantiene así hasta el final.
Los trozos con poca grasa y los que pesan menos de 1 1/2 kg deben asarse a temperatura baja (160°C).
Para que la carne no se reseque y resulte jugosa, se baña de vez en cuando con la grasa y el caldo que sueltan, con mantequilla o con alguna salsa.
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¿Cómo cocinar carnes al horno?
Las carnes tiernas y con grasa son ideales para cocinarlas al horno, como por ejemplo las piezas de filete y de rosbif y las costillas de cerdo, ternera o de carnero.
Algunos cortes con menos grasa, tal como la bola de ternera y el lomo de res conviene mecharlos o marinarlos antes de meterlos al horno.
Deberá sacar la carne del refrigerador con anticipación y se preparará cuando se encuentre a temperatura ambiente.
Sazónela al gusto pero para evitar que se reseque no le ponga sal.
Colóquela en una charola para horno previamente úntada de aceite y con la grasa de la carne hacia arriba.
El tiempo que tarda la carne en cocinarse dependerá del corte, de su tamaño y de la manera en que se prepare.
Para que la carne quede dorada por fuera se mete al horno previamente calentado a 225°C, después de 15 minutos se baja la temperatura a 175°C, y se mantiene así hasta el final.
Los trozos con poca grasa y los que pesan menos de 1 1/2 kg deben asarse a temperatura baja (160°C).
Para que la carne no se reseque y resulte jugosa, se baña de vez en cuando con la grasa y el caldo que sueltan, con mantequilla o con alguna salsa.
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