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| Meditación |
Y con el tiempo, a la "iluminación del espíritu".
Se ha comprobado con estudios médicos que la práctica diraria de la meditación puede bajar la presión sanguínea, aliviar la tensión y crear una sensación de bienestar.
La mente se libera de los estímulos exteriores, como el constante ir
y venir de sus propios pensamientos.
Una técnica básica es; elejir un lugar en el que pueda estar tranquílo, libre de distracciones.
Siéntese cómodamente en posición erecta, cierre los ojos y relaje el cuerpo, desde los pies hasta la coronilla.
Imagine un cielo azul, un prado verde precioso o concentrese en una palabra y repítala una y otra vez.
Si se entrometen sentimientos o pensamientos, limítese a concentrarse el la palabra o la imagen elegida.
Quizá resulte difícil cuando las presiones y tensiones son muchas, pero conforme vaya rechazando las distracciones, las ideas intrusas empezarán a esfumarse.
Ya pasando los 15 ó 20 minutos, abra los ojos y permanezca sentado 2 minutos más antes de reanudar sus labores.
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