enero 30, 2011

Cómo resucitar a una persona?

Primeros auxilios procedimiento, resucitacion restableciendo a una persona de la respiracion y de los latidos del corazon para desobstruir las vías respiratorias y hacer que la víctima respire restableciendo la circulación.

La resucitación cardiopulmonar (RCP) es un método para salvar una vida encaminada al restablecimiento de los movimientos respiratorios y los latidos del corazón en víctimas que están inconscientes debido a un accidente o un ataque cardiaco.

Es una combinación de la respiración de boca a boca y del masaje cardiaco externo (compresión del tórax).

Esta misma técnica se pone en practica en otros casos de urgencia, como en las personas que han estado a punto de ahogarse, que han tomado una dosis muy alta de una droga, que se han estrangulado, asfixiado o electrocutado.

O bien, que se han intoxicado con un monóxido de carbono.

Es esencial actuar rápidamente, pues un retraso de cinco minutos podría ser mortal. Aunque la respiración de boca a boca puede hacerla cualquier persona , lo mejor es que el masaje cardiaco lo efectúe quien esté preparado en la RCP.

La mejor forma de hacer la RCP es entre dos personas, en lo que una tercera busca ayuda médica.

Son tres pasos básicos de la RCP: desobstruir las vías respiratorias, hacer que la víctima respire y restablecer la circulación sanguínea por medio de la compresión del tórax.

Para desobstruir las vías respiratorias. Debe acostar a la víctima en una superficie plana y dura, jamás en una cama o sofá.

Luego extiéndale el cuello apretándole la frente con una mano y levantándole el mentón con la otra. Acerque su cara a la de la víctima para escuchar y sentir su respiración.

Mire si su tórax se expande y se contrae. En caso de que la víctima tenga dentadura postiza, quítesela solamente si se le ha aflojado.

Para hacer que la víctima respire. En caso de que la persona no esté respirando, comience usted a darle respiración de boca a boca.

Si es un lactante o un niño pequeño debe cubrir usted con su boca la boca y la nariz de éstos.

Ponga usted una de sus manos bajo el cuello de la víctima y la palma de la otra mano en la frente, también debe levantar el mentón de la víctima de forma que sus mandíbulas queden casi cerradas.

También apretar con el pulgar y el índice la nariz de la víctima para cerrarle los orificios nasales.

Inhale usted profundamente y ponga su boca encima de la de la víctima cubriéndola por completo para evitar que se escape el aire y también sople dos grandes bocanadas de aire lentamente en la boca de la víctima.

Luego haga una pausa para volver a inhalar profundamente y siga con las respiraciones de boca a boca, haciéndolas cada cinco segundos aproximadamente (tres segundos en los niños).

Hasta que los pulmones de la víctima se expandan y su tórax se eleve visiblemente. En caso de que esto no ocurra, vuelva a extender el cuello de la víctima para asegurarse de que no hay ninguna obstrucción en las vías respiratorias.

Si no puede usted apretar bien su propia boca contra la de la víctima, sóplele por la nariz. O bien, si la víctima utiliza dentadura postiza y ésta se ha aflojado tendrá que quitársela; también puede ser necesario que le dé usted respiración de boca a nariz.

Intente nuevamente la respiración de boca a boca (o de la boca a nariz). Si no consigue usted que la víctima efectúe un movimiento respiratorio (si el tórax no se expande), posiblemente algún cuerpo extraño esté obstruyendo el paso del aire.

Si es el caso deberá hacer el procedimiento descrito en Asfixia por obstrucción para desalojar el cuerpo extraño.

Cuando la víctima tosa y expectore el obstáculo, continúe usted con la respiración de boca a boca. En cuanto vea que el tórax de la víctima se expande, separe usted su boca de la de ella para permitirle que exhale, y luego siga la respiración de boca a boca.

Siga hasta que la víctima respire por sí misma o hasta que llegue el auxilio médico. No desista.

Para restablecer la circulación. Tome el pulso de la víctima. En los lactantes y niños pequeños hay que tomarlo en la cara interna del brazo, cerca de la axila.

En caso de que no sienta el pulso, la respiración de boca a boca debe acompañarse con compresión del tórax, que tendrá que efectuarla, de preferencia, un segundo socorrista.

Ponga usted la palma de una mano en el extremo inferior del esternón de la víctima, y cruce la otra mano encima de la primera.

Después manteniendo rígidos los dos brazos, presione el tórax empujando hacia abajo de 4 a 5 cm (de 1.5 a 3 cm en los lactantes y niños pequeños).

Repita esta presión rítmicamente 80 veces por minuto (cuente así: “una y, dos y, tres y....”). En caso de que la víctima sea un lactante, no use las dos manos únicamente las yemas de los dedos, presionando el esternón 100 veces por minuto.

En niños hasta de 10 años, utilice únicamente la parte inferior de la palma de una sola mano.

RCP ejecutada por una sola persona. En caso de no haber otro socorrista nada más usted, haga dos veces la respiración de boca a boca, enseguida 15 compresiones torácicas al ritmo de 80 por minuto y luego otras dos veces la respiración de boca a boca.

Alternando rápidamente las dos maniobras y siga hasta que se restablezcan los movimientos respiratorios y el pulso.

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