Como hacer un vendaje?
Tenga siempre en su botiquín de primeros auxilios curitas de varios tamaños y formas. Rollos de gasa de 2.5 y 5 cm de ancho, compresas de gasa, tela adhesiva de 1.25 cm de ancho y vendas elásticas de diversos anchos, También conviene que tenga vendoletes.
Con este surtido tendrá usted lo necesario para vendar heridas y lesiones leves, así como para proteger lesiones más graves hasta que consiga auxilio médico.
Las heridas pequeñas deben vendarse por dos razones para cerrar los cortes de manera que no sangren y sus bordes cicatricen perfectamente, y para mantener las heridas limpias y para no correr riesgo de que se infecten. Antes de vendar y curar cualquier cortadura, escoriación o pinchazo.
Las curaciones y las vendas deben cambiarse al menos una vez al día o siempre que se ensucien o mojen.
Hacia el final de la primera semana, la mayoría de las cortaduras están ya lo suficientemente cicatrizadas. Por lo que dejan de ser necesarias las curaciones y las vendas.
Cortaduras y heridas leves. Debe cubrir las cortaduras que sangren poco o que han dejado de sangrar con una curita.
Elija la de tamaño y forma más apropiadas para la herida. Antes de poner la curita, cubra por completo con gasa la herida, ya que si no lo hiciera, al retirar la curita podría volverse a abrir la cortadura o levantarse la costra.
Las vendas de tela flexible constituyen el vendaje más cómodo para los codos y los dedos de la mano y el pie.
Tras limpiar y secar una herida que está sangrando, póngale la curación y el vendaje, este último algo apretado para cerrar los vasos sanguíneos.
Al cabo de una hora, se habrán formado coágulos que impedirán la hemorragia; sustituya entonces la primera curación por una limpia y vende la herida con mayor holgura para permitir la circulación de la sangre.
Cortaduras abiertas. Los vedoletes se emplean para juntar los bordes de las cortaduras pequeñas (de hasta 2.5 cm de largo), con el fin de que la herida cierra formando un mínimo de tejido cicatricial.
Pegue primero una de las alas del vendolete en uno de los bordes de la herida; jale luego con suavidad de él y pegue la otra ala en el borde opuesto, cerciorándose de que ambos bordes de la herida queden uno junto al otro y perfectamente alineados.
La fuerza con la que se debe jalar de los vendoletes debe ser la suficiente para unir los bordes de la herida, pero no tan fuerte que haga que los bordes se enrosquen hacia adentro.
Si no cuenta usted con vendoletes, puede improvisar uno recortando en forma de mariposa una curita.
Las cortaduras mayores de 2.5 cm de largo deben ser atendidas por un médico, al igual que las cortaduras profundas en las que al cicatrizar pueden desfigurar el rostro, como las heridas en los labios, la nariz o las cejas.
Use vendoletes en estas cortaduras como curación provisional hasta que consiga atención médica.
Para curar escoriaciones. Las escoriaciones o raspones deben cubrirse únicamente por un día o dos, ya que al fin de este periodo por lo general se ha formado una costra.
Una costra es una curita de la naturaleza; sella la herida pero permite su ventilación. la manera más apropiada para curar raspones de codos y rodillas es con una compresa de gasa colocada muy holgada y sostenida en su lugar por dos tiras de tela adhesiva, de forma que la articulación se pueda flexionar y extender libremente. Hay veces en que la gasa se adhiere a la raspadura debido al exudado de éstas.
Si esto sucede, antes de quitar la gasa, empápela con agua hervida y tibia por unos minutos, hasta que la pueda desprender con facilidad. Luego seque con suavidad la raspadura con un algodón.
Torceduras, esguinces y machucones en los dedos.
También se emplean vendajes para aliviar el dolor en las lesiones leves de las articulaciones, como las torceduras, los esguinces y los machucones.
Una vez que el médico haya asegurado que la lesión no es grave, coloque usted a la persona lesionada un vendaje de gasa para sujetar la articulación y pídale que no trate de moverla.
También puede usar un vendaje elástico siguiendo las indicaciones del médico o las que vienen impresas en el empaque.
Entablille los dedos machucados con abate-lenguas sostenidos en su lugar con una tira de gasa de 4 cm de ancho, enrollada en forma cruzada alrededor de los dedos y asegurada por una o dos vueltas y un nudo en la muñeca.
Los vendajes complicados, como los que se hacen para envolver la cabeza, requieren experiencia y es mejor dejar que un especialista lo haga.
Tenga siempre en su botiquín de primeros auxilios curitas de varios tamaños y formas. Rollos de gasa de 2.5 y 5 cm de ancho, compresas de gasa, tela adhesiva de 1.25 cm de ancho y vendas elásticas de diversos anchos, También conviene que tenga vendoletes.
Cómo vendar |
Las heridas pequeñas deben vendarse por dos razones para cerrar los cortes de manera que no sangren y sus bordes cicatricen perfectamente, y para mantener las heridas limpias y para no correr riesgo de que se infecten. Antes de vendar y curar cualquier cortadura, escoriación o pinchazo.
Las curaciones y las vendas deben cambiarse al menos una vez al día o siempre que se ensucien o mojen.
Hacia el final de la primera semana, la mayoría de las cortaduras están ya lo suficientemente cicatrizadas. Por lo que dejan de ser necesarias las curaciones y las vendas.
Cortaduras y heridas leves. Debe cubrir las cortaduras que sangren poco o que han dejado de sangrar con una curita.
Elija la de tamaño y forma más apropiadas para la herida. Antes de poner la curita, cubra por completo con gasa la herida, ya que si no lo hiciera, al retirar la curita podría volverse a abrir la cortadura o levantarse la costra.
Cómo hacer un vendaje |
Las vendas de tela flexible constituyen el vendaje más cómodo para los codos y los dedos de la mano y el pie.
Tras limpiar y secar una herida que está sangrando, póngale la curación y el vendaje, este último algo apretado para cerrar los vasos sanguíneos.
Al cabo de una hora, se habrán formado coágulos que impedirán la hemorragia; sustituya entonces la primera curación por una limpia y vende la herida con mayor holgura para permitir la circulación de la sangre.
Cortaduras abiertas. Los vedoletes se emplean para juntar los bordes de las cortaduras pequeñas (de hasta 2.5 cm de largo), con el fin de que la herida cierra formando un mínimo de tejido cicatricial.
Pegue primero una de las alas del vendolete en uno de los bordes de la herida; jale luego con suavidad de él y pegue la otra ala en el borde opuesto, cerciorándose de que ambos bordes de la herida queden uno junto al otro y perfectamente alineados.
La fuerza con la que se debe jalar de los vendoletes debe ser la suficiente para unir los bordes de la herida, pero no tan fuerte que haga que los bordes se enrosquen hacia adentro.
Si no cuenta usted con vendoletes, puede improvisar uno recortando en forma de mariposa una curita.
Las cortaduras mayores de 2.5 cm de largo deben ser atendidas por un médico, al igual que las cortaduras profundas en las que al cicatrizar pueden desfigurar el rostro, como las heridas en los labios, la nariz o las cejas.
Use vendoletes en estas cortaduras como curación provisional hasta que consiga atención médica.
Para curar escoriaciones. Las escoriaciones o raspones deben cubrirse únicamente por un día o dos, ya que al fin de este periodo por lo general se ha formado una costra.
Una costra es una curita de la naturaleza; sella la herida pero permite su ventilación. la manera más apropiada para curar raspones de codos y rodillas es con una compresa de gasa colocada muy holgada y sostenida en su lugar por dos tiras de tela adhesiva, de forma que la articulación se pueda flexionar y extender libremente. Hay veces en que la gasa se adhiere a la raspadura debido al exudado de éstas.
Si esto sucede, antes de quitar la gasa, empápela con agua hervida y tibia por unos minutos, hasta que la pueda desprender con facilidad. Luego seque con suavidad la raspadura con un algodón.
Torceduras, esguinces y machucones en los dedos.
También se emplean vendajes para aliviar el dolor en las lesiones leves de las articulaciones, como las torceduras, los esguinces y los machucones.
Una vez que el médico haya asegurado que la lesión no es grave, coloque usted a la persona lesionada un vendaje de gasa para sujetar la articulación y pídale que no trate de moverla.
También puede usar un vendaje elástico siguiendo las indicaciones del médico o las que vienen impresas en el empaque.
Entablille los dedos machucados con abate-lenguas sostenidos en su lugar con una tira de gasa de 4 cm de ancho, enrollada en forma cruzada alrededor de los dedos y asegurada por una o dos vueltas y un nudo en la muñeca.
Los vendajes complicados, como los que se hacen para envolver la cabeza, requieren experiencia y es mejor dejar que un especialista lo haga.
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